Cómo Hacer Leche de Almendras en Casa (Guía Completa)
septiembre 12, 2025
La leche de almendras se ha convertido en una de las bebidas vegetales más queridas: ligera, cremosa y sin necesidad de aditivos para ser deliciosa. Si alguna vez te has preguntado cómo hacer leche de almendras casera, la respuesta es más fácil de lo que imaginas.
Prepararla en casa no solo te da una versión más fresca, también te permite decidir la textura, el dulzor y hasta los sabores extra que quieras añadir.
Existen distintos métodos, desde la clásica licuadora hasta equipos que simplifican el proceso y logran una leche más fina y uniforme. A continuación, te contaré cuál es el mejor método. Comencemos.
¿Por Qué Hacer Leche de Almendras en Casa?
Preparar tu propia leche de almendras no consiste solo seguir una receta. Se trata de tener un mayor control sobre lo que consumes, aprovechar mejor los nutrientes y, además, ahorrar en comparación con las versiones comerciales.
He aquí algunas razones por las cuales preparar esta leche en casa es la mejor opción:
Control Total Sobre Ingredientes y Sabor
Al preparar esta leche vegetal en casa, tú decides exactamente qué entra en tu vaso.
La base de la receta de leche de almendras es simple: almendras crudas y agua filtrada. A partir de ahí puedes personalizarla con dátiles deshuesados, extracto de vainilla, canela en polvo o incluso cacao. No hay aditivos como estabilizantes, gomas o azúcares añadidos que suelen estar presentes en las versiones industriales.
Pro tip: Algunos aditivos son realmente peligrosos y debes evitarlos.
Esa libertad también te permite ajustar la densidad: puedes usar más almendras para una leche más cremosa o reducir la cantidad si prefieres una bebida más ligera.
Es básicamente diseñar tu propia versión según lo que necesites en cada momento.
Textura Más Fresca y Natural
La leche de almendras recién hecha conserva mejor las cualidades de la almendra. Su textura es más cremosa y auténtica, con un sabor limpio que no ha pasado por procesos de pasteurización ni largos periodos de almacenamiento.
Esto también significa que conserva más nutrientes activos y menos oxidación. Cuando pruebas una leche hecha en casa y la comparas con una envasada, la diferencia es clara: la primera se siente viva, con una frescura que no se encuentra en los productos de larga duración.
Ahorro Frente a Opciones Comerciales
Es cierto que comprar almendras pueda parecer más caro al inicio, pero el costo se diluye cuando ves cuánta leche puedes obtener.
Por ejemplo, con 100 gramos de almendras puedes preparar entre 700 ml y 1 litro de leche, dependiendo de la proporción de agua que uses.
Mientras, un litro de leche de almendras comercial puede costar mucho más, sobre todo si buscas una versión sin azúcares añadidos o enriquecida con nutrientes.
Prepararla esta leche en casa no solo resulta más económico, también te da varias raciones frescas listas para la semana, sin depender de lo que haya en el supermercado.
Leche de Almendras: Beneficios Nutricionales y Prácticos
Además de ser una bebida ligera y versátil, la leche de almendras tiene ventajas reales que la hacen destacar frente a otras opciones. Aporta nutrientes clave, ayuda en la gestión del peso y es más fácil de digerir que la leche de vaca.
Estos son algunos de los beneficios más interesantes:
Rica en Vitamina E y Antioxidantes
Una taza de leche de almendras (≈ 262 g) aporta unos 16,6 mg de vitamina E, lo que equivale al 110% del valor diario recomendado. Este antioxidante ayuda a reducir la inflamación, protege las membranas celulares y respalda el sistema inmunológico.
A diferencia de otros nutrientes que se degradan con facilidad, la vitamina E se mantiene estable en este tipo de bebida. Y esto hace de ella una fuente práctica para reforzar tu dieta diaria.
Aliada en el Control del Peso
Un estudio en Arabia Saudita mostró que sustituir una taza de leche de vaca por leche de almendras durante 4 semanas ayudó a los participantes a reducir su peso, índice de masa corporal, cintura y cadera. Lo más interesante es que estos cambios se dieron sin alterar la presión arterial.
Esto sugiere que puede ser una herramienta útil dentro de un plan de control de peso, sobre todo si eliges versiones sin azúcar o hechas en casa. Además, al ser más baja en calorías que la leche tradicional, ayuda a mantener un balance energético sin sacrificar sabor ni textura.
Beneficios para la Salud Cardiovascular
Según una investigación en Turquía, la leche de almendras contiene aproximadamente un 65,8 % de ácido oleico. Esta es una grasa monoinsaturada vinculada con la reducción del colesterol LDL (también conocido como colesterol malo) y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
De hecho, este tipo de grasas también están presentes en el aceite de oliva, conocido por su impacto positivo en la salud del corazón. Es por ello que incluir leche de almendras en tu rutina es una forma sencilla de sumar este tipo de lípidos saludables a la alimentación diaria.
Fácil de Digerir
A diferencia de la leche de vaca, la leche de almendras suele ser más ligera para quienes tienen digestión sensible. Al no tener lactosa, es más adecuada para personas intolerantes a este azúcar natural presente en los lácteos.
Incluso, quienes no tienen intolerancia pueden notar menos pesadez o malestar, sobre todo si buscan opciones más suaves para el estómago.
Alternativa Ligera y Baja en Calorías e Hidratos de Carbono
La leche de almendras sin azúcar aporta solo 39 kcal por taza y alrededor de 0,3 g de carbohidratos por cada 100 g. Esto la hace ideal para quienes buscan reducir el consumo de calorías o controlar la ingesta de azúcares, ya sea por salud metabólica, control de peso o preferencias de alimentación.
Al compararla con la leche de vaca, la diferencia calórica es considerable. Es por ello que muchas personas la integran como parte de dietas bajas en carbohidratos.
Opción Sin Lactosa y Apta Para Veganos
Además de sus beneficios nutricionales, la leche de almendras tiene una ventaja práctica: es 100 % apta para veganos.
Eso significa que puedes disfrutarla sin preocuparte por molestias digestivas o por romper tu estilo de vida vegetal. Lo mejor es que sigue siendo una alternativa versátil, con buen sabor y fácil de usar en todo tipo de recetas.
Ingredientes para su Preparación
La preparación de leche de almendras en casa es muy sencilla y solo requiere unos pocos ingredientes básicos.
A partir de ahí, puedes personalizar el sabor con toques dulces o aromáticos según tu gusto y el uso que quieras darle, ya sea para café, postres o batidos.
Como ingredientes, solo necesitas:
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Almendras crudas y sin sal: Son la esencia de la receta. Al ser naturales, aseguran una leche con sabor puro y sin exceso de sodio.
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Agua filtrada: La calidad del agua influye directamente en el sabor final. Una agua limpia y fresca hará que la leche sea más ligera y agradable.
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Endulzantes y aromatizantes opcionales: Aquí puedes darle tu toque personal. Dátiles deshuesados para un dulzor natural y cremoso o extracto de vainilla para un aroma cálido.
Con esto ya tienes lo necesario para preparar una leche de almendras fresca, versátil y adaptable a cualquier ocasión.
Cómo Hacer Leche de Almendras: 3 Métodos
Hay más de una manera de preparar esta bebida vegetal en casa. La elección del método depende de lo que busques en términos de textura, practicidad y limpieza.
Acá te explico cada manera de prepararla:
Método Tradicional con Licuadora
Es el método clásico y probablemente el primero que muchos prueban. Solo necesitas dejar las almendras en remojo entre 8 y 12 horas, escurrirlas y licuarlas con agua filtrada.
Después toca colar la mezcla con un colador fino, un paño de algodón o una bolsa para leches vegetales. ¿El resultado? Una leche fresca y casera, aunque con más pasos y bastante limpieza de por medio. Muy poco práctico, siendo sincero.
Uso de Máquinas Específicas para Leches Vegetales
En los últimos años, se han popularizado los llamados milk makers, aparatos creados para automatizar el proceso.
En teoría, funcionan fácil: pones almendras remojadas y agua, eliges un programa y, con solo un botón, el equipo tritura, calienta y mezcla hasta sacar la leche lista.
La textura suele ser uniforme y el resultado es decente, pero también tienen sus contras. Ocupan espacio en la cocina, requieren su propio mantenimiento y no siempre son tan versátiles para jugar con distintos ingredientes como otros métodos.
Y no menos importante: no puedes usar ese equipo para otras preparaciones.
Método con un Exprimidor Lento Hurom
Aquí es donde preparar leche de almendras se vuelve mucho más simple. Con un exprimidor lento Hurom solo necesitas remojar las almendras, añadir agua y dejar que el equipo haga todo el trabajo.
La leche sale más cremosa y uniforme que con la licuadora. Así mismo, modelos como el H70 y el H400 de la línea Easy Clean de Hurom hacen que la limpieza sea menos engorrosa, ahorrándote tiempo después de la preparación.
Otro punto a favor: la leche no se separa tanto en capas al refrigerarse, así que se mantiene más homogénea y lista para tomar en cualquier momento.
Además, estos extractores no se limitan a la leche de almendras. También puedes preparar otras bebidas vegetales igualmente cremosas, como leche de avena, avellanas, de soja verde o incluso de coco. Así amplías tus opciones con un solo equipo.
Pro Tip: ¿Buscas más versatilidad en tu día a día? Los exprimidores multifuncionales son una solución práctica que te ahorra tiempo y espacio. Con uno de ellos podrás preparar leches vegetales, jugos y mucho más en casa.
Conservación Y Aprovechamiento De La Pulpa
Una vez que tienes tu leche lista, es importante saber cómo conservarla y qué hacer con la pulpa sobrante. Aquí te dejo algunos consejos para aprovechar al máximo cada ingrediente y evitas desperdicios:
Tiempo de Conservación en Refrigeración
La leche de almendras casera se conserva hasta 72 horas en el refrigerador si la guardas en un frasco de vidrio hermético. Pasado ese tiempo puede empezar a separarse o perder frescura, así que lo mejor es preparar solo lo que vayas a tomar.
Opciones para Congelar
¿Quieres hacer más cantidad de una vez? Congélala en cubitos de hielo o en recipientes pequeños. Así podrás descongelar solo lo que necesites y tener leche lista durante varias semanas sin preocuparte por desperdicios.
Usos Creativos de la Pulpa en Recetas Dulces o Saladas
La pulpa de almendras es un tesoro escondido. Úsala en galletas, bizcochos o panqueques, o dale un giro salado como base para hamburguesas vegetales o para espesar sopas y cremas. Es un reciclaje culinario fácil que suma sabor y nutrientes a tu cocina.
Pro Tip: La pulpa que sobra al preparar leche de almendras no es la única que se puede reutilizar. Dale la vuelta también a la que sobra de tus jugos con estas ideas para reutilizar la pulpa, y convierte lo que antes tirabas en nuevas recetas llenas de sabor.
¿Cuál es la Mejor Leche de Almendras Casera? Variaciones y Sabores para Personalizar
La leche de almendras casera no tiene por qué ser siempre igual. Con pequeños cambios en la preparación puedes darle un giro interesante y adaptarla a tus gustos o al momento en que la vayas a disfrutar.
Estas son algunas de las variaciones más sencillas y populares:
Leche de Almendras con Cacao
Agrega una cucharadita de cacao en polvo al momento de prepararla y tendrás una bebida achocolatada, intensa y reconfortante.
Para darle un giro diferente, puedes incorporarle media banana para un dulzor natural y más cremosidad. También puede ser un toque de coco rallado para un perfil tropical. O bien, una pizca de nuez moscada para un sabor especiado más profundo.
El resultado es una versión distinta y versátil, perfecta para quienes buscan variar del clásico chocolate caliente.
Con Canela y Vainilla
Unas gotas de extracto de vainilla y una pizca de canela en polvo convierten tu leche de almendras en una versión aromática y cálida.
Esta variante es perfecta para acompañar postres, preparar un café con leche vegetal o disfrutar en una taza caliente en días fríos. Además, la canela le da ese toque especiado que combina genial con recetas de repostería.
Leche de Almendras Sin Azúcar Añadida (Versión Natural)
Si prefieres un sabor neutro, puedes dejarla sin endulzar y disfrutarla tal cual. Pero no es la única alternativa si quieres una leche sin azúcar añadida.
Otra opción es suavizarla de manera natural con dátiles o un toque de jarabe de arce. Esta versión, de hecho, es muy versátil: ideal para batidos, recetas saladas como sopas y cremas, o para usar en repostería sin alterar demasiado el sabor de los demás ingredientes.
La Mejor Versión de la Leche de Almendras Está en tu Cocina
Preparar leche de almendras casera es mucho más que seguir una receta: es recuperar la frescura de un ingrediente sencillo y transformarlo en una bebida vegetal limpia y versátil.
Lo interesante es que puedes adaptarla a tu estilo de vida, ya sea para acompañar tu café de la mañana, usarla en repostería o disfrutarla sola, bien fría.
Como pudiste ver, existen distintos métodos para hacerla en casa. Pero, con un extractor lento Hurom, logras el mejor balance entre practicidad, sabor y textura.
Para mí, en lo personal, esa es la opción que mejor encaja en la rutina diaria: la preparación es más fácil, y deja una leche más cremosa y uniforme.
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FAQ
¿Cómo se hace la leche de almendras?
El método más común es dejar las almendras en remojo entre 8 y 12 horas, escurrirlas y licuarlas con agua filtrada. Después se cuela la mezcla con un paño de algodón o un colador de tela fino para separar la pulpa.
Si usas un extractor lento, el proceso es aún más sencillo: remojas las almendras, las colocas en el equipo junto con agua y obtienes la leche directamente, sin necesidad de colar.
¿Cuántas almendras se necesitan para hacer un litro de leche de almendras?
Depende de la intensidad que busques. La proporción estándar es entre 80 y 100 g de almendras por cada litro de agua. Si prefieres una leche más cremosa, puedes aumentar a 120 g; en cambio, para una versión más ligera bastan 60 g. Esa flexibilidad es una de las ventajas de hacerla en casa.
¿Cuánto tiempo se deben remojar las almendras para obtener leche de almendras?
El remojo óptimo es de 8 a 12 horas porque hidrata bien la almendra y mejora la textura final. Si tienes poco tiempo, puedes remojarlas en agua caliente durante 1 o 2 horas, aunque el sabor será menos intenso y la leche resultará más ligera.
¿Es necesario hervir la leche de almendras?
No, no hace falta hervirla. La leche de almendras casera está lista para beber justo después de prepararla. Hervirla podría modificar su sabor fresco y reducir parte de sus propiedades nutricionales. Solo en caso de usarla en recetas que requieran cocción, como salsas o postres, se calienta junto con los demás ingredientes.
¿Qué pasa si calientas la leche de almendras?
Se puede calentar, pero lo ideal es hacerlo a fuego bajo o en intervalos cortos en el microondas. Un calor excesivo puede hacer que se separe o se corte, sobre todo si se mezcla con bebidas ácidas como el café fuerte. Un buen truco es agregar primero la leche al vaso y después verter la bebida caliente poco a poco.
¿Por qué mi leche de almendras se corta?
Esto suele pasar al mezclarla con líquidos muy calientes o ácidos. El choque de temperatura y pH hace que se separe. Para evitarlo, deja que el café o té se enfríe ligeramente antes de añadir la leche, o agrégala primero al vaso para que el cambio no sea tan brusco.
¿Cuántos días dura la leche de almendras hecha en casa?
En un frasco de vidrio hermético y bien refrigerada, dura hasta 3 días. Después de ese tiempo puede empezar a fermentar o desarrollar un sabor amargo. Si quieres conservarla por más tiempo, una buena alternativa es congelarla en cubitos de hielo y descongelar solo la cantidad que necesites.